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Terminas una rutina en el gimnasio, y ahora estás caminando con el cuerpo y músculos adoloridos, como si hubieras tenido un accidente. Sí, estás luchando por caminar normalmente. ¿Así que esto es normal? ¿Siempre creíste que ir al gimnasio era algo bueno? Si compras bálsamos para reducir el dolor muscular, encuentra este buen fin descuentos en farmacias.
Entonces, ¿Qué causa este dolor y qué se puede hacer? En primer lugar, esto es completamente normal y un efecto secundario común del entrenamiento. Supongamos que a continuación no te has lesionado. Cualquier dolor que dure más de 3-4 días debe ser investigado por un profesional, ya sea osteópata, fisioterapeuta o médico deportivo.
Por lo general, se hace evidente unas 24-48 horas después de su ejercicio y comienza a disminuir unos días más tarde. Sin entrar en detalles científicos, vamos a trabajar en la teoría de que los ejercicios causan microtraumatismos en el músculo con un poco de inflamación – esencial si su músculo va a crecer y aumentar de tamaño y fuerza.
Pero el hecho de que tengas ese dolor después de un entrenamiento, no significa que estés logrando algo. Si no puedes realizar tus tareas diarias, o no puedes volver al gimnasio durante el resto de la semana, es posible que tengas que modificar tu programa.
Descubre a continuación las cosas que debes evitar cuando sientas esos músculos tensos y adoloridos:
Mueve tus músculos y articulaciones
Sí, puede ser más cómodo sentarse en el sofá y ver Netflix mientras esperas que el dolor se alivie. Pero tus músculos necesitan movimiento. El movimiento ligero te parecerá duro al principio, pero a medida que te muevas, el dolor debería empezar a aliviarse y a sentirse mejor. Un buen flujo sanguíneo hacia los músculos adoloridos, la lubricación de las articulaciones, las endorfinas en el cerebro… ¡todas esas cosas buenas que prometió el gimnasio se están cumpliendo! Actividad ligera y suave. Un paseo de baja intensidad, una caminata o un baño relajante, son buenas ideas.
No cambies la rutina de tu gimnasio
No es aconsejable cambiar constantemente la rutina del gimnasio para intentar evitarlas. Tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse a los nuevos patrones de movimiento y carga. Una vez que esto ocurra, el dolor que sientas se reducirá a medida que tu cuerpo se acostumbre a tu rutina. Evitar los ejercicios debido al dolor no permite que se produzca este acondicionamiento.
Dale unas semanas, te prometo que el dolor extremo que sentiste después de tu primera sesión será cosa del pasado. Adicional a lo anterior, te sugerimos ampliamente evitar harinas procesadas como la pizza.
Ejercita tus músculos bajo tus límites en el gimnasio
Ahora bien, esto es algo que hay que evitar con o sin dolores musculares. Pero eche un vistazo al gimnasio la próxima vez que vaya. Estoy seguro de que verás algunos patrones de movimiento y forma bastante terribles. Utilizar una forma deficiente aumenta las posibilidades de sufrir dolores en los lugares equivocados, pero también aumenta las posibilidades de lesionarse.
Y esto seguramente hará que pases más tiempo en la sala de tratamiento llevando a cabo tu programa de ejercicio y rehabilitación. Intentar igualar el peso de otra persona puede parecer impresionante, pero sólo te estás poniendo en riesgo. Prefiero levantar una pesa ligera con una forma perfecta 10 veces que una pesa muy pesada con una forma deficiente una vez. Entrene hasta sus límites, no los de su entorno.
¿Cuándo cambiar la rutina para tu cuerpo y músculos?
Participar en un programa que incluya carreras de alta intensidad o saltos es genial, pero cuando tu cuerpo no puede soportarlo, es una forma de arruinar todo tu avance. Si te cuesta caminar después de una sesión de piernas, ¿por qué ibas a intentar sobrecargar el cuerpo con ejercicios que requieren una técnica precisa, sincronización y un movimiento muscular explosivo? No lo harías.
Sé inteligente con tu entrenamiento. Si te sientes inesperadamente dolorido después de una sesión, cambia tu rutina de entrenamiento. No deben ser inamovibles. Escucha a tu cuerpo.