Los adultos mayores tienden a consumir menos calorías, debido a la disminución del apetito y de los niveles de actividad.
Esta disminución de la ingesta calórica también puede conducir a niveles deficientes de vitaminas y minerales.
Estas deficiencias dietéticas se han relacionado con enfermedades crónicas como: enfermedades cardíacas, cáncer y osteoporosis.
¿Cuáles son las causas de las deficiencias alimentarias en los mayores?
Son muchos los factores que pueden provocar deficiencias alimentarias en los adultos mayores y pueden variar de una persona a otra. Algunas de las principales causas de las deficiencias son
- Una ingesta deficiente de nutrientes y alimentos
- Cambios fisiológicos que acompañan al envejecimiento, como el olvido y la pérdida de apetito
- Factores económicos que limitan las decisiones de compra de alimentos
- Medicamentos que disminuyen la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes
¿Qué vitaminas son las más importantes para mantener una vida sana?
A medida que el cuerpo envejece, su capacidad de absorber vitaminas y nutrientes esenciales empieza a disminuir.
Las deficiencias vitamínicas más comunes entre los adultos que envejecen son:
Calcio: importante para la densidad y la fuerza de los huesos, el calcio se encuentra en las verduras de hoja oscura y en los productos lácteos, así como en los suplementos específicos de calcio. La carencia de calcio puede provocar una disminución de la densidad ósea, de la movilidad y de las caídas.
Vitamina D: esta vitamina actúa conjuntamente con el calcio para promover la salud y la fortaleza de los huesos. El cuerpo absorbe la vitamina D de forma natural a través de la luz solar, pero también puede encontrarse en ciertos tipos de pescado y en alimentos enriquecidos como el zumo de naranja o la leche.
Magnesio: este mineral interviene en muchos procesos corporales, como la regulación de la glucosa y la presión arterial. El magnesio se encuentra en muchas fuentes de alimentos vegetales y animales, especialmente en las verduras de hoja oscura, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales.
Vitamina C: estas vitaminas intervienen en la absorción de las proteínas, así como en la creación de tejido conectivo, que es vital para la curación de heridas. La vitamina C también contiene antioxidantes que pueden ayudar a combatir enfermedades como el cáncer. Las frutas y verduras de colores vivos son las mejores fuentes de vitamina C, como los cítricos, los tomates y los pimientos.
Vitaminas
Vitamina E: las cualidades antioxidantes de la vitamina E le permiten combatir los radicales libres causantes de enfermedades. Esta vitamina también contribuye al funcionamiento del sistema inmunitario. La vitamina E se encuentra en los frutos secos, las semillas y los aceites vegetales.
Vitamina B6- Las vitaminas del grupo B desempeñan muchas funciones en el organismo, principalmente la absorción de proteínas y la función cognitiva. Las fuentes más ricas en vitaminas B son el pescado, las vísceras (como el hígado), las patatas y otras verduras con almidón.
Los adultos mayores deben considerar la posibilidad de reducir su consumo de grasas saturadas y sodio, y aumentar las frutas, las verduras y los productos integrales. El médico puede recomendar suplementos o alimentos específicos para garantizar una ingesta adecuada de vitaminas.
Consulta a tu médico antes de realizar cambios en tu dieta o rutina de suplementos.