el calcio y la vitamina d

La vitamina D está presente en unos pocos alimentos, y también existe en preparados especiales.

Los alimentos se encuentran llenos de toda una serie de nutrientes que nos permiten mantener en buen estado el cuerpo y luchar contra las enfermedades.

En función de las necesidades de cada uno, o determinadas circunstancias temporales, puede que precisemos más unos determinados nutrientes que otros.

Las vitaminas son fundamentales en el proceso alimentario, aunque no lo percibimos si tenemos una alimentación sana y equilibrada.

Peculiaridades de la vitamina D

Es la vitamina que permite al cuerpo absorber el calcio que necesita para ayudar al crecimiento de los huesos, en el caso de los niños, y a fortalecernos cuando nos encontramos en la edad adulta.

De no hacerlo se puede tener riesgo de padecer enfermedades tales como el raquitismo (en la infancia) o la osteoporosis (en la edad adulta).

Es por ello un tipo de nutriente que ha de conseguirse durante toda la vida, porque resulta imprescindible.

Sin embargo, presenta una gran diferencia con respecto a otras vitaminas famosas. La mayor parte de este tipo de nutrientes se encuentran en los alimentos.

Basta consumir determinados productos naturales -o lo que comentábamos anteriormente de seguir una dieta equilibrada- para tomar la ración diaria que necesitamos.

Con la vitamina D no podemos tirar tan fácilmente de alimentos, ya que hay pocos que la contengan.

Esto limita en ocasiones su consumo, sobre todo si nos encontramos que no nos gustan a tenemos algún tipo de alergia hacia esos productos específicos.

Alimentos con vitamina D

Son pocos los alimentos que contienen vitamina D y ahí se incluye un grupo que es numeroso, como es el de los lácteos.

Leche, yogures o queso son ricos en vitamina D y parte fundamental de cualquier dieta equilibrada.

En ocasiones, incluso, se refuerzan con un extra de vitamina D para ser un producto pensado para quien necesita un aporte más de calcio o padece osteoporosis. Una vitamina que puedes conseguir fácilmente en todos los multivitaminicos que puedes adquirir de una manera super sencilla en una app farmacias además se encargará de hacer llegar tus productos hasta tu domicilio de una manera fácil y rápida.

Pero no a todo el mundo le resulta fácil consumir lácteos. Incluso hay quienes tienen intolerancia a la lactosa y no pueden hacerlo. En el caso de ser intolerante y tener osteoporosis, por ejemplo, ¿Qué se puede hacer?

Los huevos, el hígado de vacuno o los champiñones son otros de los alimentos que contienen vitamina D, aunque en escasa cantidad. Mucho menor a la de los pescados vistos anteriormente.

Dada la carencia de vitamina D y ante lo necesario que es el calcio para nuestros huesos son numerosas las empresas que ofrecen productos reforzados con vitamina D, como los lácteos que vimos anteriormente.

Otras realizan elaboraciones específicas que llevan un aporte extra de este nutriente, sin falta de que sean derivados de la leche.

Suele añadirse a productos habituales en el desayuno como los cereales, la margarina o las bebidas de soja.

beneficios de la vitamina d

Dosis recomendada de vitamina D

En la mayor parte de los casos el organismo humano es capaz de generar el calcio que precisa para su buen mantenimiento exponiéndose al sol una media de una hora a la semana.

Si nos damos cuenta, supone menos de 10 minutos al día, tiempo fácil de conseguir por casi cualquier persona que lleve una vida convencional.

En caso de que hubiera que echar mano de alimentos para que el cuerpo tomara la vitamina D que necesita las cantidades son muy pequeñas. Para bebés sería de 10 microgramos al día y en niños y adultos de 15 microgramos.

En el caso de las personas que ya han cumplido los 50 años se recomienda una dosis más elevada para ayudar a fortalecer los huesos.

Deficiencia y exceso de calcio

Como cualquier otro nutriente la vitamina D debe ser tomada en su justa medida. En caso de que la dosis sea mayor o menor de lo que está recomendado durante un largo plazo pueden producirse efectos secundarios que no son nada recomendables.

Ya vimos que con deficiencia de calcio se puede sufrir osteoporosis o raquitismo. ¿Y si tomamos de más? Los intestinos no podrán absorberlo todo y se producirán complicaciones derivadas de su acumulación en la sangre.

Así, pueden resultar dañados los riñones, los pulmones o el corazón, que serían los casos más perjudiciales. Otros algo más leves serían un malestar que podría evidenciarse en forma de vómitos, náuseas, estreñimiento o pérdida de peso.