El desayuno puede ser la comida más importante del día, pero hasta el 60% de los jóvenes lo omite constantemente. Ahora, Heather Leidy, asistente de Nutrición, dice que comer un desayuno rico en proteínas mejora el control del apetito.

Leidy es la primera en examinar el impacto del consumo de desayuno en el apetito diario y los bocadillos por la noche en los jóvenes que habitualmente se saltan el desayuno. En su estudio, 20 mujeres adolescentes con sobrepeso u obesidad de entre 18 y 20 años se saltaron el desayuno, consumieron un desayuno rico en proteínas que consistía en huevos y carne magra de res, o comieron un desayuno con proteínas normales de cereales listos para comer.

Cada desayuno constaba de 350 calorías y se combinó en función de la densidad de grasa, fibra, azúcar y energía de la dieta. El desayuno rico en proteínas contenía 35 gramos de proteína.

Los participantes completaron cuestionarios y proporcionaron muestras de sangre durante todo el día. Antes de la cena, se realizó un escáner cerebral utilizando imágenes de resonancia magnética funcional para rastrear las señales  que controlan la motivación alimentaria.

El consumo de un desayuno rico en proteínas condujo a una mayor plenitud. Además reducciones en la actividad cerebral que es responsable de controlar los antojos de comida.

El desayuno rico en proteínas también redujo los refrigerios nocturnos.

“Estos datos sugieren que comer un desayuno rico en proteínas es una estrategia potencial para evitar comer en exceso y mejorar la calidad de la dieta al reemplazar los refrigerios poco saludables con alimentos de desayuno de alta calidad“.

Las personas que normalmente se saltan el desayuno pueden ser escépticas acerca de consumir alimentos por la mañana.

Leidy también sugiere comer yogur griego natural, requesón o lomo de cerdo molido como alternativas para alcanzar los 35 gramos de proteína.

La investigación futura examinará si el consumo regular de desayunos ricos en proteínas mejora el peso corporal en los jóvenes.